Estas últimas semanas hemos visto como nuestro país se cubría de blanco con el paso de Filomena, debido a las profundas nevadas que hemos tenido en muchísimos puntos de nuestra geografía. Esta situación de incertidumbre ante una situación excepcional puede plantear muchas dudas respecto a las consecuencias que puede ocasionar la nieve sobre instalaciones fotovoltaicas, por ello vamos a abordarlo.
La primera pregunta que suele venirnos a la cabeza es si la nieve afecta al rendimiento de la planta, y aquí tenemos que decir que depende de una serie de factores. Depende del grado de inclinación de los paneles, ya que si los paneles tienen una inclinación adecuada de en torno 30º, con mucha probabilidad permitirá que la propia nieve en contacto con el panel se derrita y se deslice por sí misma, dejando los paneles limpios y sin obstrucción de la capa de nieve. Además, esto favorece la limpieza de los paneles de una manera natural. En el caso de que la nieve cubra completamente el panel sí que habrá un descenso significativo y puntual del rendimiento.
Respecto a las conexiones eléctricas y los inversores no debe haber ningún inconveniente fruto de la acción de la nieve, ya que estos componentes deben instalarse en una zona cubierta y protegida con unos materiales aislantes que no permita el filtrado de la humedad.
Hay una tecnología especialmente eficiente para zonas con nieve habitual, estos son los paneles solares bifaciales y tienen la capacidad de captar energía por ambas caras. Tradicionalmente, los paneles tienen la parte trasera cubierta por materiales opacos, lo que impide la captación de radiación solar. Sin embargo, los paneles bifaciales tienen una parte trasera formada por una lámina transparente, lo que les permite captar radiación solar por los dos lados, aumentando la capacidad de generar energía.
Esto los sitúa en una situación privilegiada para ubicarlos en zonas nevadas, desde el punto de vista de la eficiencia, porque tienen una gran capacidad de absorber luz solar de las superficies claras, ya que, si se colocan sobre superficies reflectantes, se puede llegar a obtener hasta un 30 % más de rendimiento, aumentando la energía que se obtiene de la parte inferior.
De manera que la nieve que hay alrededor de un panel solar puede ayudar a aumentar la producción de energía, aunque pueda parecer contradictorio, la nieve pura refleja la luz del sol, dando un impulso positivo de energía durante los días más duros del invierno.
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